"Todo el verano en un día", un cuento de Ray Bradbury, fue escrito originalmente en 1959 para The Magazine of Fantasy and Science Fiction . Es una visión futurista de la vida en Venus. Aunque ahora sabemos que Venus es inhabitable para los humanos, este trabajo describe una colonia próspera, aunque miserable, de "hombres y mujeres cohete" y sus familias. En la Venus de Bradbury, llueve violentamente con la fuerza de un huracán durante siete años seguidos, y el sol solo se abre paso durante dos horas predecibles entre estos aguaceros.
Margot se mudó a Venus con sus padres cuando tenía cuatro años. Puede recordar la Tierra y los días cálidos y soleados de su primera infancia. En Venus, ella y sus otros compañeros de clase de nueve años esperan ansiosamente la ventana de luz solar de dos horas que será su primera aparición para los colonos de Venus en siete años. Los compañeros de clase de Margot no recuerdan conscientemente el sol. Sienten una envidia cruel de lo que hace Margot.
En su salón de clases, los niños preguntan emocionados a su maestra sobre el próximo evento. Ella dice que los científicos han prometido un respiro de dos horas de las horribles condiciones en las que viven. En preparación, los estudiantes cantan canciones, escriben poemas y colocan pinturas de días soleados en las paredes.
Margot, que parece visiblemente agotada y agotada por la ausencia de luz solar, no es la única emocionada, pero es la más afectada. Desde que llegó a Venus, nunca ha podido disfrutar de su vida bajo tierra y sin sol. Ella está desesperada por regresar a la Tierra, o al menos ver el sol por un tiempo.
Los niños venusinos odian a Margot. Creen que es extraña. Está tan atormentada por la tormenta que a veces se ha vuelto mitad loca y mitad catatónica. Ella se niega a ducharse porque se parece demasiado al sonido de la lluvia y no puede participar en los juegos porque se ha adormecido. Los niños se burlan de ella, diciendo que no va a salir el sol.
En los momentos antes de que salga el sol, los niños empujan a Margot por los túneles hasta un armario y cierran la puerta. Ven el sol y se olvidan de Margot. Todo el mundo sale a jugar, disfrutando de las dos horas hasta que vuelve a caer la lluvia.
Cuando los niños regresan a su hogar subterráneo, una de las niñas recuerda a Margot y se siente culpable. Les recuerda a los demás niños lo que han hecho. Con un sentimiento de culpa palpable, todos van al armario y liberan a su cautiva.