Subieron al autobús los parientes y unos militares, estuvieron dando vueltas por Moscú unas dos o tres horas, luego regresaron de nuevo a Moscú y por la radio les dijeron que no podían entrar al cementerio.
Llegaron al fin al cementerio que estaba rodeado de soldados y lo enterraron tan rápido que no pudieron despedirse bien.
Llegó a casa y quedo completamente dormida durante tres días que hasta vino la ambulancia por pensar que estaba muerta.