Me volví hacia Delacroix, que estaba de pie junto a los barrotes de su celda
Apoyó su mano sobre mi entrepierna, justo encima del pene, en el hueso situado a unos treinta centímetros del ombligo.-¡Eh! -grité-. Quita tu maldita mano de ahí...Entonces, todo pasó, incluida mi infección urinaria. Tanto el calor como las dolorosas punzadas desaparecieron de mi entrepierna y la fiebre se esfumó.
Ayudar
¿Jefe? Necesito verlo.
Ese día Paul le contó todo a su esposa Jan y ambos creían que Coffey era inocente, poco a poco se fueron dando este tipo de "milagros" en el transcurso de la historia.Te invito a que leas el libro e investigues la historia verdadera detrás de esto, ahora entiendo por qué tenía que leerlo en mi carrera.
Bolo vytvorených viac ako 30 miliónov storyboardov