La exhortación evengelii gaudium eñ Papa Francisco ofrece una visión motivadora e interpelante acerca del espíritu misionero y evangelizador de la Iglesia, a partir de una transformación misionera en la que no rehúye un análisis de la sociedad actual y ofrece claves para el anuncio evangélico en el mundo actual.
La comunidad evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha primereado en el amor (cf. 1 Jn 4,10); y, por eso, ella sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos. Vive un deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva. ¡Atrevámonos un poco más a primerear!” (n. 24)
“Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación” (n. 27)
"En un constante discernimiento, la iglesia también puede llegar a reconocer costumbres propias no directamente ligadas al núcleo del evangelio, algunas muy arraigadas a lo largo de la historia, que hoy ya no son interpretadas de la misma manera y cuyo mensauje no suele ser percibido adecuadamente. Puede ser bellas, pero ahora no prestan el mismo servicio en orden a la transmisión de Evangelio. No tengamos miedo de revisarlas. Del mismo modo, hay normas o preceptos eclesiales que pueden haber sido eficaces en otra epocas pero que ya no tienen la misma fuerza educativa como causes de vida"(n.43)
"Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo. Repito aquí para toda la iglesia lo que muchas veces he dicho a los sacerdotes y laicos : prefiero una iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades"(n.49)
Conclusión: La propuesta del papa Francisco para la renovación de la Iglesia es la misión. Tomamoscomo punto de partida la invitación del papa Francisco a salir al encuentro con el otro paraproponer la reflexión sobre la incidencia que tiene en él la cuestión teológica. Es necesario,urgente, que la misión modifique la acción pastoral y el lenguaje teológico, ya que el deciry el hacer están estrechamente unidos.