(Pitu Salla vuelve con una bujía, una copa de agua y alimentos).
He aquí la princesa a quien tu corazón busca. ¿Cesa ya de palpitar?
— ¡Ay de mí! ¡Qué dolor! ¡Qué veo! ¿He buscado por ventura un cadáver?
¡Auxilio!..¡Vuelve en ti, en este instante!...¡Ima Súmac!
(Ima Súmac revive)
¿vive todavía aquella mujer?
No temas, es una princesa que se lamenta.
Después de tantos años sin ver más que tu cara PITU SALLA, me traes ese rostro nuevo.
¡Ay princesa!¿En qué has pecado, corazón? ¿Por qué tan oprimida?
( Ima sumac le dice su nombre y cosi ccoyllurse da cuenta que es su hija)
¡Bella hija! ¡Soy una mujer como la semilla del panti arrojada al campo. Me casé sin que el inca supiera; pero él se volvió ingrato conmigo
El inca enfurecido me mandó acá prisionera. En este calabozo no hay felicidad; atada entre cadenas y olvidada de todos!
¿Qué edad tienes?
Acaso tengo muchos años que abomino esta casa, y a no vivir en ella los hubiera contado.
(Se van Ima Súmac y Pitu Salla; luego, se retira Cusi Ccoyllur).
Para mí será el tormento. Camina, ¡vámonos! Tal vez nos oigan las matronas
Sufre un poco más en esta cárcel maldita. Quédate que yo te he de sacar de aquí. Pasa en ella algunos días.¡Ay, madre mía!