Había una vez tres mágicos hermanos que salieron en busca de aventuras y se encontraron con un río demasiado peligroso para cruzarlo a nado. Así que, usando sus varitas construyeron un puente para poder pasar, cuando una figura encapuchada los interceptó... era la Muerte.
¡Qué raro!... usualmente los viajeros se ahogan en el río.
¡Felicidades! Cada uno tiene la opción a un premio por haber sido lo bastante listos como para eludirme.
Defraudada porque había perdido a tres posibles víctimas, fingió felicitarlos y les dijo:
Y la Muerte se la fabricó de un árbol de saúco que estaba cerca.
¿Qué desean poseer?
Yo pido la varita más poderosa que exista, garantizando que el propietario pueda ganar todos los duelos mágicos.