Ay hijo, le hablaré al doctor para que venga a revisarte.
No mamá, no me gustaría seguirme atrasando en mis actividades, bastará con que me mantenga alejado de mis compañeros, te prometo que tendré cuidado mamá.
Mamá, ¿que voy a hacer?
Creo que lo mejor será que no vayas a la escuela hasta que se te pase, para que no contagies a tus amigos.
Claro, me gustaría mucho
vendrán más personas.
Hola Raúl, ¿comes con nosotros?
En casa de Raúl
¿No estás enfermo o algo parecido?
Si, ¿por qué lo preguntas?
Estoy muy bien, en serio.
Raúl, ¿todo bien?
Es que te veo muy pálido, nervioso, y estás un poco sudado
Al día siguiente, después de que el doctor lo revisara, le pronosticó coronavirus, su mamá por supuesto se preocupó muchísimo, y Raúl no podía creerlo.
Buenos día alumnos, como verán, hoy muchos de sus compañeros han faltado a clases, esto se debe a que se contagiaron de coronavirus. Y la única explicación que encontramos, es que alguno de ustedes los contagió sin querer, por tanto, las clases serán suspendidas hasta nuevo aviso.
El lunes por la mañana, llegó a la escuela como todos los días, cumpliendo con la promesa que le había hecho a su madre. Hasta que Javier y sus mejores amigos se acercaron a él…
¿O sea que es mi culpa?
¿Y qué puedo hacer?
¿Mamá te enteraste de lo que pasó en la escuela?
Si me enteré Raúl, por eso te dije que lo mejor era que no asistieras hasta recuperarte.
Decirle al director la verdad.
Lamentablemente si hijo.
A la hora del receso, habían jóvenes sentados en la misma mesa, muy muy cerca uno del otro…