Este señor es un hombre afortunado... Ha viajado mucho, tiene sus dos hijas muy bien casadas. Todos los sábados baja a su finca de tierra caliente.
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¿Sabes Esther? Estoy pensando que casi nada hemos hecho en la vida.
¿Nada habría que hacer para nosotros, lo tenemos todo?
Últimamente el señor se está volviendo taciturno. Le ha entrado melancolía y nostalgia. ¿De qué?... No lo sabe.
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¿Sabes que he pensado que mi tristeza es porque no he hecho nada por los demás? Poseer lo que poseemos y pensar en dejarlo todo, intacto, a las dos hijas. ¿Sería justo?...
En este momento en la televisión , salió el dibujo de la piedra de los benefactores del barrio El Minuto de Dios en 1963.
Cuando el señor terminó el diálogo, todavía se veía en la pantalla la piedra de los benefactores de 1963. Esa piedra tenía el secreto y la solución.