En el banco de un parque, vivía un señor de 43 años llamado Oscar. Él era bombero y tenía un pato llamado Juan, el cual murió en un incendio en el que Osqui no llegó a apagar, desde ese día le tiene fobia al fuego.
Durante 20 años en su carrera de bombero nunca pudo sacarse esa fobia. Un día Oscar fue llamado de emergencia para apagar un incendio en una escuela.
De tan inteligente, fue sin equipo y no le quedó otra opción más que ir él mismo a apagar el fuego con lo primero que encuentre.
Tenía mucho mucho miedo, no quería entrar, llegó a un punto en el que casi se larga a llorar pero juntó sus fuerzas y entró porque no quería que por su culpa suceda otro accidente, y esta vez no se trataba de un pato sino que de muchos niños.
El fuego crecía cada vez más, no podía seguir solo, así que decidió llamar a la estación para que le enviaran refuerzos. Rato más tarde, llegan sus compañeros y lo ayudan a apagarlo.
Para Osqui, ese momento fue inolvidable ya que su miedo al fuego se terminó ese día y además salvó la vida de muchos niños.