No le hagas caso Miquita, él no dice la verdad. Déjame contarte todo desde mi perspectiva
¿Clara?
Yo era joven y gozaba de una pensión, no muy corta, pero mi esposo falleció y volví a casarme con Pablo Postas haciendo llamar Pedro Juanelo.
A los tres meses me abandonó y se entregó a una vida escandalosa pensando que yo no diría nada por no perder la pensión
¡Bribón!
Recién ayer me enteré de su boda contigo y traté de hacer todo lo posible para salvarte, yo fui quien le mandó esa carta a María Campana para que Don Melitón esté informado sobre lo que pasaba
¡Bandido!
No me importa que mañana tenga que salir a pedir limosna por haber perdido la pensión, me siento en paz de haberla salvado de tal dolor.
Clarita, que buena persona eres, y yo que no quería creer nada de los rumores que escuchaba
De eso ni se preocupe Clarita, yo le ayudo económicamente sin problemas.
Yo mejor me voy de aquí
¡¿De verdad, Don Melitón?! No lo puedo creer, soy la persona más feliz
Usted de verdad es un ángel
Sí Clarita
Verdaderamente es un buen hombre
Y a usted Miquita que la quiero tanto como a una hija, le dejaré lo suficiente junto con su madre para que vivan con dignidad, sólo pido que me cuiden en mis últimos días
No hay de qué, hija mía
Claro que sí, muchas gracias por todo.
¡Dios mío!
Bueno, acá hablaremos más tranquilos
Eres un mentiroso, todo lo que me dijeron era cierto entonces, estás casado y ese no es tu nombre real
Juro que todo lo que dicen de mí es falso, crean rumores para difamarme porque te tienen envidia