Dime lo que intentas hacer. ¿Quieres llorar, combatir, perecer, hacerte pedazos, beber todo un río, o devorar un caimán? Yo lo haré también. ¿Vienes aquí a lamentarte, a insultarme, precipitándote en su sepulcro para ser enterrado con ella? Pues bien; eso quiero yo.
Por amor De Dios, déjalo.
¡Oh, qué terrible dolor! ¡Caiga diez veces mi maldición sobre la cabeza de aquel cuya acción inhumana te privó del más sublime entendimiento! No echen la tierra todavía, hasta que otra vez la estreche entre mis brazos.
Todo lo que dice es a causa de su locura, que lo afectará por algún tiempo; pero después, semejante a la tranquila paloma cuando calienta su nido, lo verán sin movimiento y callado.
Óyeme: ¿cuál es la razón para tratarme así? Yo siempre te he querido. Pero eso no importa. Pues aunque el mismo Hércules haga lo que quiera, el gato maullará y el perro tendrá su día.
Te lo ruego, buen Horacio, permanece cerca de él. . Nuestra plática de la noche anterior fortificará tu paciencia mientras dispongo el asunto ... Amada Gertrudis, será mejor vigilar a tu hijo ... Esta sepultura tendrá un monumento durable ... Espero que gozaremos en breve horas más tranquilas; pero mientras tanto, debemos tener paciencia.