Corrupción política y de la Guardia PretorianaEl poder de la Guardia Pretoriana, la élite de soldados que componían la escolta personal del Emperador, también cayó en un abismo de corrupción política, a tal punto, que su potestad les permitía a este grupo masivo de soldados, decidir cuándo un Emperador debía ser depuesto y cuándo debían nombrar uno nuevo. La historia de Sejano, comandante de la Guardia Pretoriana durante el reinado de Tiberio, ilustra el poderío de los pretorianos. En cierto punto, la Guardia Pretoriana llegó a subastar el trono del Imperio al mejor postor.
El rápido crecimiento de las tierras conquistadas por el Imperio condujo a una necesidad de defender las fronteras y los nuevos territorios de Roma. Los pueblos conquistados, al que muchos romanos se referían como los bárbaros, mostraban un marcado odio hacia sus conquistadores. Los impuestos establecidos a estos pueblos eran tan altos y abusivos, que las rebeliones se volvieron un suceso frecuente.Rápida expansión del Imperio
Las frecuentes sagas bélicas llevadas a cabo por el Imperio, requerían de un presupuesto militar excesivamente grande. El ejército romano se volvió cada vez más numeroso, y la demanda de soldados era imparable. Los bárbaros, una vez conquistados, eran autorizados a unirse al Imperio Romano en calidad de mercenarios extranjeros.Economía decadente y alta inflaciónEl Gobierno Romano se encontraba constantemente amenazado por la bancarrota, en parte debido al alto costo que demandaba el Imperio, y en parte también a su economía estancada, los elevados impuestos y una inflación que condujo al final inevitable del Imperio Romano. La mayoría de los habitantes de Roma apenas pudieron disfrutar de la increíble prosperidad de esta nación. Por ejemplo, la cantidad de oro enviada al oriente en pago por bienes de lujo, llevó a una escasez de este mineral para producir las monedas romanas. Como resultado, la moneda romana se devaluó tanto, que el sistema de trueque hubo de ser implantado en una de las mayores civilizaciones conocidas por el mundo.