En una caverna, se encontraban prisioneros, entre ellos un niño, que veían sombras en la pared que tenían adelante...
!Las sombras hablan también!
BLA, BLA, BLA
Los prisioneros estaban tan acostumbrados a las sombras ya que no podían girar la cabeza, que consideraban verdaderas las sombras de los objetos.
Un prisionero es liberado...
¡Soy libre!
Y es obligado a ver la realidad...
¡OBSERVA!
¡No puede ser, no eran reales! ¡La luz me lastima!