Creo que es hora de que el Arzobispo empiece con sus abluciones. La cena está anunciada para las nueve y su invitado, el rey Pederasta de Texcoco, tiene que conocer a esos nuevos adolescentes traídos de la costa No hay que olvidar que el rey va a dar un armadillo gigante a cambio de tres muchachos.
¿Cena a las nueve, con invitados? Tengo el estómago un tanto alterado por todos los condimentos y especies que usan ustedes.
El cocinero imperial ha decretado una vigorosa frotación con piedra pómez y zacate, seguida por inmersión en pulque fuerte por tres horas.
Sabes bien que jamás interferimos en asuntos de cocina. Que lo preparen como quieran.
Nada más me cambiaré la camiseta para la cena. Un baño en esta época del año perjudicaría mi sistema bronquial.
Comprenda por favor que el monarca de Texcoco es hombre de paladar muy refinado,el menor vestigio de olor a sudor le altera la apreciación espiritual de la vida durante meses.
Espero que no me considere obtuso si confieso que no logro seguir del todo su razonamiento...
Perdone mi franqueza si le digo que ustedes, los blancos, son tan descuidados con los baños rituales que su carne, incluso después de repetidas inmersiones en especias y pulque, es demasiado tosca para un buen platillo.
¡Pero esto es inconcebible! ¿Quiere decir que planea asesinarme, y en realidad... devorarme?
Sin embargo en relación con usted personalmente hemos decidido adoptar algunas medidas higiénicas de antemano, mientras está aún con vida.