Sé que le encanta la pizza porque come mucha, pero nunca me ha dicho que es su comida favorita ni está contento cuando se la hago...
Víctor, he hecho pizza, tu comida favorita.
Vale mamá.
¡Víctor ven a jugar con nosotros!
Que bien me lo estoy pasando.
¡Víctor ven a tirarte por el tobogán, es muy divertido!
Víctor es un niño normal y corriente. Sus papás lo quieren mucho, le encantan las pelis de superhéroes, se le da genial jugar al tenis, tiene muchos amigos, su comida favorita es la pizza y saca buenas notas.
Víctor, ¡vamos a ver una peli de superhéroes!
Siempre que pasamos por una tienda de juguetes se queda mirando a los superhéroes, pero nunca me ha dicho que le gustan...
Todas estas cosas le hacen muy feliz, pero los demás piensan que no lo está porque nunca lo demuestra.
¡Hola a todos! ¡Soy Nora! ¡Encantada de conoceros!
Sus papás y sus amigos intentaron que él esté alegre.
Mmmmm me encanta la pizza, ¡es mi comida favorita!
Si es su comida favorita, ¿por qué no esta contento?
La mía también.
Pero no consiguieron que Víctor mostrara su alegría.
Vale papá.
Un día llegó a clase una niña nueva, Nora. Nora siempre estaba sonriendo, riéndose a carcajadas, gritando de emoción, brincando de aquí para allá, era cariñosa y muy optimista.
Nora notó que Víctor era diferente a los demás. Se hicieron muy amigos.