Regresaron a Galilea. El niño crecía y se fortalecía llenándose de sabiduría, y contaba con la gracia de Dios.
Cuando el niño cumplió 12 años, subieron a celebrar la fiesta. Cuando regresaban, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres.
Al cabo de 3 días, lo encontraron en el templo sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos estaban sorprendidos por su inteligencia.
¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?
¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado angustiados.
Ellos no comprendieron lo que decía. Bajó con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndolos.