En el metro se encuentra una chica que embelesada a su lectura no aparta la mirada del libro, parece que no le importa nada el ruido que genera el metro ni se despista de su lectura.
Sigue embelesada en su lectura, pero por un momento algo le genera una risa floja. Aunque el jolgorio provocado por la gente puede resultar incómodo.
Pero al momento su rostro vuelve a ser serio y pensativo por lo que también debe de haber de profundidad y margen para la reflexión entre página y página.
La vampirización, que es un proceso del que todos salimos fortalecidos con un corazón más fuerte y más jóvenes. Como en el caso de la chica del metro.
Sigue embelesada en su lectura, pero parece que le es necesario apartar la mirada de la lectura. Y NADA de lo que sucediera al rededor le desconcentraba.
Parece como si la lectura le hubiese absorbido la sangre, como si le hubiese abducido totalmente, como un caso de vampirización.