Y así siguió durante todo el día, sin encontrar una fuente para sustentar a su hogar. Llegó la tarde y tenía que volver a casa con tal tristeza y decepción, lo hizo caminando cabizbajo por las calles de su ciudad.
Lo siento, no conseguí trabajo. Ahora, nuestra única opción es viajar ilegalmente a los Estados Unidos. Ayer hablé con un amigo que nos puede facilitar el dinero para poder hacerlo, mañana lo veremos
No quisiera irme, pero no nos queda otra opción. Intentemos emprender nuestro viaje.
Buenos días, soy Carlos el prestamista, aquí están sus 40 mil dólares en efectivo para que puedan cumplir sus planes de tener nuevas oportunidades en otro país. No olviden pagarme cuando lleguen.
Gracias. Sin duda lo haremos.
Genial! Lo tenemos, ahora solo debemos contactarnos con un vecino de Carlos, quien nos llevará a la frontera.
Suena asombroso cariño, al fin podremos mejorar juntos.
Oh! Empezó a llover de repente, pero sé que son gotas de alegría.
Eso veo, pero bueno, vayamos a prepararnos para nuestra aventura.