En la isla Yunuén, situada en medio del lago de Pátzcuaro, habitaba una bella joven. Su nombre era Hapunda. Era muy querida por los habitantes de la isla y los animales, ya que tenía el don de la gentileza.
Sin embargo había unos hombres malintencionados que querían separarla de su gente...
Hay que llevarnosla, seguramente ganaremos mucho con ella. Es hermosa y joven .
Tendremos que venir por ella en la noche para que nadie se de cuenta.
Tenemos que decirle a Hapunda!!
No puede ser, ¡es demasiado peligroso!
Escuchamosque unos hombres quieren llevarte con ellos y seperarte de Yunuén.
Por fortuna, los hermanos de Hapunda escucharon y corrieron a adertirle.
¡Pero todos vamos a protegerte!
Amada mía, mañana al caer la noche, vistete de blanco, monta una barca, ven a mi centro, y entra a mis aguas, yo te atrapare y nadie nos separará.
Hapunda, destrozada por la noticia fue a contarle todo a su novio el lago, quien le dio una idea.
Hapunda hizo todo lo que su novio le dijo, fue en la noche vestida de blanco y se lanzó a su centro...
Por la mañana, la familia y los pobladores de la isla encontraron a una garza. La Garza era Hapunda , su vestido se había convertido en las plumas de una bella garza. Y así, Hapunda y el lago pudieron estar juntos por siempre, con la bella Garza cuidando el lago de Pátzcuaro.