Un día el Conde Lucanor le dijo a Patronio que tiene un pariente que le hacen atropellos y que está dispuesto a arriesgar todo antes que seguir viviendo en ese modo. Patronio le da un consejo...
Una zorra, a medianoche, entró a un corral y se comió a todas las gallinas. Tardó tanto en ello que se hizo de día...
Le termina de contar la historia...
Yo quiero su pelaje...
¡YO QUIERO EL CORAZÓN!
Cuando salió, no sabía que hace, porque había mucha gente a esa hora...
Despedida de el Conde Lucanor y Patronio
¡ADIÓS PATRONIO!
¡ADIÓS!
Decidió hacerse el muerto y la gente lo miraba y no le tomaba importancia...
Después de unos minutos, las personas que pasaban por allí, lo empezaron a observar y le quitaron sus pelos, una uña... hasta que la zorra escuchó que le quitaban el corazón, y salió corriendo...
Yo quiero la uña de su pulgar..
Patronio le dijo a Lucanor que le comentara a su pariente que no se preocupase por esas ofensas y que las tolere...