Un hombrecito se encaminó a la casa-hacienda de su patrón el cual siempre se burlaba del hombrecillo delante de muchas personas.
El pongo le cuenta su sueño a su patrón y este se sorprende.
¿Eres gente u otra cosa?
Luego de volverse a burlar de el lo manda a limpiar la cocina y el pongo se arrodillo y le beso las manos sintiéndose humillado.
Mientras que el pongo le contaba el sueño el patrón se iba imaginando como estaban.
Por lo menos sabrá lavar ollas, siquiera podrá manejar la escoba, con esas manos que parece que no son nada. ¡Llévate esta inmundicia!
El pongo le termina de contar lo que dijo San Francisco a su patrón dejándolo muy sorprendido.
Días después el pongo quiero hablar con el patrón porque quería contarle el sueño que había tenido.
Ya, pero que sea rápido no quiero perder mi tiempo.