Amo, mi intensión no es sonar desagradecido pues muchos bienes me has brindado.
Pero no quiero seguir mas en este oficio, por esto le entrego su asno y mis mas humildes bendiciones.
Ve buen siervo, gracias a ti por tu servicio durante estos años.
Utilice a mi amo y con la plata que ahorre compré un jubón de fustán viejo y un sayo raído de manga tranzada y puerta, y una capa , y una espada de las viejas primeras de Cuellar.
Ahora me puedo vestir honradamente con ropa usada.