El conde comió con agrado, y el cid como dijo, los ha liberado.Espoleaba el conde con sus mesnadas.
podéis ir y venir, desde ahora os doy mi gracia, pero del campeador yo no os digo nada.
Minaya fue a entregarle las dadivas que envió el cid. Además le conto sobre el transcurso del cid tras su exilio.
!campeador, en buena hora habéis nacido, seré acusado por lo que os he servido, si con vos escapo sano y vivo, tarde o temprano el rey me querrá como amigo
¡Martín Antolínez, sois una agerrida lanza, si yo vivo os duplicare la soldada!
Mio Cid saqueaba cada lugar que visitaba, grandes ganancias obtenía.No duerme sin temor quien lleva dinero metálico.El dinero debía dejarlo a salvo...
Id los dos al campeador renombrado y nosotros os ayudaremos, traeré las arcas y os ponderé a salvo. Que no lo sepan moros ni cristianos.
Una ve traídas las arcas, tomad los seiscientos marcos.
Si este pedido se le cumplieraenviaría a su altar dadivas buenas y ricas. De esto haría voto y le cantar mil misas a la Santa Maria.
¡Gloriosa Santa María, vuestro poder me proteja en mi salida y me ayude y me socorra noche y día!.