Yasí, la diosa luna, y , Araí, la diosa, juntas bajaron a la tierra convertidas en dos jóvenes hermosas.
Cuando caminaron descubrieron agazapado un jaguar en una roca cercana. De repente el jaguar saltó listo para atacar.
Se oyó un silbido y el jaguar cayó atravesado por una flecha. El salvador era un viejo cazador guaraní que al ver a las jovencitas indefensas.
El guaraní compadeció y les ofreció su hospitalidad en su cabaño. Sin pensarlo dos veces les ofreció lo único que les quedaba para comer..
Una vez en el cielo Yasí y Araí, decidieron darles un regalo a su salvador y su familia por su hospitalidad. Ellas regresaron a la tierra y plantaron junto a la cabaña unas semillas celestes. Después subieron juntas al cielo. Araí dejó caer una suave lluvia y desde allí Yasí iluminó con su luz el lugar.
Yasí dijo “Soy Yasí, la diosa luna. He venido a traerles una recompensa por su generosidad. Esta planta que se llamará caá, nunca permitirá que se sientan solos y desde ahora será para todos los hombres de la región, símbolo de amistad y alimento para beber.” Esta bebida se llama mate.