plan ti
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- Regresé a mi casa con un enfado dentro de mi, todos estaban en contra mía, no podía aguantarlo...
- ¿Crees que eso bastará? Pues hazte la idea que no, si ganas puede que te odien más, por haberles matado a su Dios. tienes que preocuparte por ti, por tu mente por favor.
- No victoria, conocen lo que quieren conocer, lo que les interesa, se han convertido en marionetas y deberás aprender a vivir con eso.
- Muy bonito lo que me dices mamá, pero ¡No puedo salir a la calle y ver esos grafitis por Dios!, Me iré de aquí.
- ¡VOY A GANAR MAMÁ!
- ¡Me conocen!
- Si es necesario nos iremos juntos, pero nada de tonterías, ¿Estamos?
- Llegó la noche y Alejandra Soto nos visitó, nos contó que en los medios de comunicación ya se estaba circulando rumores, nos contó varias anécdotas sobre niñas con mi historia similar o incluso peor...
- Se los he contado para dar más valor a su acto
- No no digas eso, se trata de él. Lo extraño es que de pronto, una noche perdiera la cabeza contigo, no es normal para la gente de su edad
- Para hacer lo que hizo, ese hombre ha de ser muy poderoso, o es eso o es que perdió la cabeza
- ¿Nunca te dijo nada, ni te sonrió, ni te acarició en plan paternal, incluso siendo más niña?
- ¡Dios mío!, perdón pero hablar de esto es ¡Uff! demasiado
- Pensó que era una chica fácil
- Mi abuela Joaquina vivía a las afueras del pueblo, iba los sábados a tomar desayuno con ella, siempre me preparaba un riquísimo chocolate caliente, ella estaba al tanto de todo lo que pasaba, y me apoyaba mucho. Hasta que me dijo que tenía algo importante que contarme...
- Victoria quiero contarte algo
- A mí me paso una cosa parecida a la tuya cuando era un poco más joven que tú, a los 13
- Una noche entre a mi edificio y estaba un señor, me dejo subir primero las escaleras y de pronto sentí una mano en debajo de mi falda me empezó a tocar el trasero, me quedé paralizada y tuve que salir corriendo, eso me genero un trauma muy fuerte.
- ¡Dime abuela!
- ¡Dios mío!, No tenía idea abuela, lo siento
- Ya en mi casa, llegó una visita inesperada. Era el Padre Aniceto, quería hablar conmigo pero mi madre se negaba, hasta que accedió...
- He venido a pedirte que retires la denuncia
- ¡No!
- Vamos, tú estabas algo bebida y tomaste un simple gesto de afecto
- Para que nadie sufra por un error
- Y ¿Por qué hace esto?
- ¡YO NO ESTABA BEBIDA! El me tocó, me beso
- Aunque quisiera no podría, Lo envía Don Gaspar ¿no?
- ¿Error de quien?
- Vale
- El sábado por la tarde, me sentía sola en mi cuarto cuando de pronto entra mi hermana y me dijo que quería hablar, conversamos hasta que me dijo algo que me dejó pensando...
- No, era de noche
- ¡No lo se Herminia, déjame pensarlo
- ¿Y Qué?
- ¿Qué?
- Qué tu no vieras a nadie no significa que nadie te haya visto a ti
- ¡NO! ¿Cree que no fui la primera?
- Victoria
- ¿Nadie te vio?
- Se escuchaban voces, el padre Aniceto me contó que había una marcha de apoyo a Don Gaspar y de seguro venía a repudiarme a mi casa, pero mi hermana me dijo que mirara la ventana, que era algo impresionante, mis compañeros me estaban apoyando, y adelante Rosana y Toni...
- No pude, me lo guarde, Por eso te lo cuento para que sepas que eres muy valiente y que muchas no tienen el mismo valor que tú.
- ¡JUSTICIA PARA VICTORIA!
- ¡JUSTICIA PARA VICTORIA!
- Entonces perdona, hija
- ¿Llama gesto paternal a meterme la lengua en la boca, a tocarme los pechos e intentar..?
- Y ¿si malinterpretaste su cariño, su gesto paternal?
- ¡VAYASE, PORFAVOR AHORA!
- VICTORIA ¿No oyes?
- Tu te echaste a correr, si corrías es porque huías de algo, y ¿si alguien te vio haciéndolo desde donde paró él auto?
- ¡ELLA ES INCOCENTE!
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