A este hombre lo confundieron con otro mientras caminaba por la calle, lo saludaron y lo invitaron a una fiesta.
Hijo cuanto tiempo si verte, como han estado tu y tu esposa?
Hemos estado muy bien gracias...
En esta fiesta pensaron que era otro. Al siguiente día también, cuando tuvo que regresar a casa.
Una mujer, la mujer del otro le preparó la cena y le hizo el amor
En verano, el hombre visito a los padres del otro, que descansaban en una de retiro, recibió sus bendiciones y escucho sus quejas, prometió que los sacaría de ahí pero nunca lo hizo.
Prometo sacarlos pronto de aquí.
Tampoco aclaro en ningún momento la confusión, ni a los padres del otro, ni a la mujer del otro, ni a los amigos del otro. Vivió la mentira hasta los setenta y ocho años.
Cuando murió en su lecho de muerte, rodeado de los hijos que no eran sus hijos, pero creían serlo. Nunca se sipo cuál era su nombre verdadero.