Sé que no soy santo de su devoción; qué profesores, padres y estudiantes me han querido fuera del colegio desde hace mucho...
En aquella convivencia, Camilo se toma el trabajo de conocer de verdad a sus compañeros de clase, descubrir lo genial que eran. También se enfrentó a si mismo, a aquel Camilo lleno de dolor, impotencia, rencor y volvió de aquella convivencia como una nueva persona, dispuesta a seguir una nueva vida.
Al volver se reunió con sus padres en el auditorio. Se reencontraban, les comentaban su experiencia y proseguían a entregar unas cartas hechas previamente en la convivencia. Las lagrimas no se hicieron esperar, pero ya no eran por tristeza sino por orgullo...
Los padres de Camilo estaban orgullosos por su nueva actitud que los llenaba de esperanza. Luego de eso, fue llamado a dar un pequeño discurso para concluIr la reunión. Era el comienzo de un nuevo camilo...