Patronio, hoy ha venido un hombre y me ha propuesto un trato. Me ha prometido una gran suma de dinero ¿que deberia hacer?
Conde, siempre he oido decir que no hay que confiar en vanas ilusiones pues sino os ocurriría lo que ha doña Truhana.
Compraré una partida de huevos y de aquellos huevos nacerán gallinas y después, de aquellos dineros que vengan, compraré ovejas,
Había una mujer que se llamaba doña Truhana y era más pobre que rica. Un día iba al mercado con una olla de miel en la cabeza. Por el camino, comenzó a pensar que haría cuando vendiera aquella olla de miel.
Por eso señor, debe confiar siempre en cosas razonable y no en ilusiones vanas, para que no le pase como a doña Truhana.
Muchas gracias, Patronio, seguiré su consejo
Y así fue comprando de las ganancias que hacía,y haciendose más rica que ninguna de sus vecinas.
A las cosas ciertas encomendaosy las vanas esperanzas, dejad de lado.
Y tan emocionada estaba que se le cayó la olla con la miel al suelo.
Y como a Don Juan Manuel le agradó tanto que lo hizo poner en este libro.