Érase una vez una niña que quería ser boxeadora profesional, pero la daba mucha vergüenza intentarlo por que ella decía que la iba a salir fatal. Llegó el día en el que tenía que hacer las pruebas haber si entraba en el equipo de boxeadoras de su colegio. La salió muy mal y todo el mundo se rio de ella, pero la niña no se rindió y siguió practicando hasta que a lo largo de 3 meses consiguió hacerlo tan bien que todo el mundo paró de reírse. Y cuando ya era mayor se convirtió en la mejor boxeadora del mundo.
Storyboard Text
Es que yo quiero ser boxeadora pero me da vergüenza que me salga mal
Tranquila Amaya seguro que se te da bien
¡ A por todas!
Jajajajajajajajaja!
Jajajajajajajajajaja!
Ya era muy tarde, pero Amaya no se rindió y se puso a entrenar