En este sentido, podían conocerse las facultades emocionales y cognitivas de una persona de acuerdo a su cráneo.
Hola soy Frant Gall y Posteriormente en el comienzo del siglo XIX fundé la frenología
Una ciencia que ponía de manifiesto la posible identificación de las facultades, capacidades o funciones humanas, en determinadas zonas cerebrales. Lo cual podía permitir aseverar que en el cerebro se asentaba la mente.
Por esto, busqué asociar y expandir la psicología individual con una psicología de las masas, constituyéndola como la psicología de los pueblos. Base fundamental de la psicología social que se conoce hoy en día.
Hola soy Wilhelm Wundt. Yo por mi parte creé el primer laboratorio de psicología experimental, donde buscaba evaluar aspectos tales como la atención, la percepción, la memoria, entre otros.
Aunque mis resultados se quedaban cortos a la hora de generalizar dichos estudios y de ampliarlos. Como por ejemplo la imposibilidad de estudiar el lenguaje o la cultura.
Exacto. Gracias a esta división, la filosofía puede estudiar a la mente y la fisiología al cuerpo
La filosofía nos permitió avanzar. Pudimos estudiar procesos sensoriales, motores y los reflejos.
Sin olvidar que logramos dar consolidación al SN y su unidad funcional, la neurona.
Aunque no todo fue bueno. Nuestro deseo insaciable por lograr el progreso y objetividad gracias a la ciencia, permitió la creación de gases venenosos y la bomba atómica, sin considerar su falta de humanidad. Guiada únicamente por el espíritu ilustrado de la época.
Así es, siendo el método científico, el método por excelencia para que una disciplina sea considerada ciencia. La psicología necesitaba ser experimental.
Dejando esto de lado. Se ha hablado de la ciencia en general. Pero ya es hora de hablar de la psicología.
Quise con mis estudios demostrar la correlación entre la intensidad con la que se presenta un estímulo y la percepción del individuo frente al mismo.
Además, mi método permitió evaluar la percepción frente a cualquier estímulo: sonoro, olfativo, visual, táctil o gustativo.