¡Señor! parece que ahy manchas de sangre en el almohadón y pesa mucho
Levántelo a la luz
¡AAAAAAAAHHHH!
Alicia murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, noto algo raro en el almohadón y le hablo a Jordán. La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando.
Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandós.
Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de Jordán .Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada.
Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable.Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo.Los dos días finales deliró sin cesar a media voz.