Don Juan, ¿va usted a hacer jabón conmigo? Si es así, que le sirva para lavarse la mancha que le va a caer y para que la niña María Luz lave a ese hijo que le dejo, que seguramente será más generoso y noble que usted.
No, no; bromeas, niña. ¿Y qu’ibas a hasé vos allí con ese hombre?
Nicanor no me da cuidado con su guitarra. Ya no pueden sus manos con las mías.
Me has quitado un peso del corazón, José Manuel. ¡Vencerás!, ¡vencerás! Porque si no vencieras…no sé lo que me pasaría…
¿Sabes ya, José Manuel, la apuesta de mi padre?
¿Sabes cuál es el motivo por el que mi hija no quiere levantarse de su habitación? No quiere recibir ningún doctor,¡ustedes como sus servidoras deben saber loque está pasando!
¡No mi señor, pero apenas nos diga la niña le comunicamos!