El lenguaje y las habilidades sociales son continuamente un foco en el desarrollo de un niño pequeño. Compartir juguetes, turnarse, usar palabras en lugar de empujar; Estas ideas abstractas pueden ser temas difíciles de enseñar. Pero a veces lo olvidamos, y las investigaciones han demostrado que los niños pequeños aprenden a través del juego y la interacción. Con una revisión rápida de los hitos y algunas ideas tangibles, atractivas y apropiadas para el desarrollo para practicar, los padres y maestros pueden ayudar a apoyar estas habilidades en niños pequeños, tanto con desarrollo típico como con necesidades especiales.
Los niños se desarrollan a su propio ritmo, pero dentro de un rango promedio alcanzan hitos del desarrollo. Estas son pautas importantes (y SON pautas, ningún niño simplemente se levanta y comienza a caminar porque cumplió un año) para ayudar a los padres y cuidadores a comprender qué esperar y qué apoyo. Los pediatras también realizan un seguimiento de estos hitos durante los controles. Si tiene dudas, asegúrese de hablar con ellos primero. Para los niños con retrasos o necesidades especiales, simplemente reúnase con ellos donde están y trabaje en el siguiente paso, utilizando adaptaciones cuando sea necesario. Aquí tienes un repaso rápido con algunas ideas para incorporar en tu juego diario.
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Entre los 6 y 9 meses, el bebé empezará a jugar con el lenguaje, encadenando sonidos vocálicos “ah-eh-oh”. También sonríen espontáneamente y en respuesta a interacciones sociales, así que asegúrate de tirarte al suelo durante el tiempo boca abajo y hacer muecas y sonidos con ellos. Los bebés también están empezando a mostrar preferencia y a buscar los artículos que desean; Este es un buen momento para promover el lenguaje acercándote a la cara el artículo que quieren y etiquetándolo: “¡Veo que estás alcanzando la taza! ¡Quieres la copa! Las caras son inmensamente importantes, ya que promueven el crecimiento social y las interacciones, así como el lenguaje, por lo que comenzar estas habilidades temprano es importante para que tanto los cuidadores como los bebés practiquen.
Entre los 12 y los 18 meses, el bebé, que ahora es un niño pequeño, comienza a reconocer objetos familiares (teléfono, cepillo, cuchara) y dice o niega con la cabeza “no” (piense en esa preferencia a los nueve meses que se hace más fuerte cada día). Probablemente también tengan varias palabras simples: “mamá”, “papá”, “taza”, “yo”. Los niños pequeños deben señalar para mostrar algo interesante (¿un avión? ¿un perro?) y mostrar afecto hacia los adultos conocidos. Señale artículos interesantes mientras camina por el parque o regresa a casa de la escuela. ¡Sigue practicando acercando objetos o imágenes de canciones/comidas a tu cara para etiquetarlos y promoverlos usando palabras en lugar de simplemente señalar! Cuantas más veces el niño vea formada la palabra, más probabilidades tendrá de imitarla.
Puede usar tarjetas de canciones con velcro o imanes en la parte posterior y dejarlas en un área en la que usted y el niño jueguen regularmente (cocina, hora del círculo, alfombra en la escuela). Coloque dos imágenes a cada lado de su cara y pregúntele al niño: "¿Quieres 'Twinkle Twinkle' o 'Row Your Boat'?" Acercarse la tarjeta a la cara promueve el contacto visual y la interacción social para solicitar. Siga su mirada o señale y etiquete la elección que hicieron. “¡Señalaste 'Rema en tu bote'! Excelente. Vamos a cantar 'Row Your Boat'. ¡En sus marcas, listos, fuera!"
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Entre los 18 y 24 meses, estas personitas empiezan a conocer algunas partes del cuerpo y a seguir instrucciones sencillas como "Pon el bloque en la caja". Socialmente, los niños pequeños están empezando a copiar tanto a sus compañeros como a los adultos y a mostrar independencia, especialmente en la alimentación, la construcción o las rutinas diarias como cepillarse los dientes. Algunas formas divertidas de trabajar en estas actividades son reproducir canciones y juegos de imitación mientras se colocan objetos en la cabeza, las rodillas y los pies e invitar al niño a probarlo también. La música y las señales visuales son un gran apoyo para luchar contra la independencia del niño. Los gráficos de rutina apoyan la independencia y al mismo tiempo permiten a los adultos mantener el día en movimiento sin quedarse estancados.
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Los niños de tres años empiezan a comprender matices más difíciles del lenguaje, como las preposiciones “in”, “on” y “under”. También comprenden sentimientos más diversos. Socialmente, están aprendiendo a mostrar afecto y preocupación por un amigo y a turnarse en los juegos. Los recordatorios visuales pueden ser útiles para practicar estas habilidades, como usar caritas de dibujos animados para cambiar la forma en que se sienten y gráficos de sentimientos para expresar diferentes emociones para ellos o sus amigos.
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Utilice la cara en blanco imprimible para jugar con niños sobre emociones o rasgos faciales. Usando plastilina o copias impresas de imágenes, pida a los niños que se pongan felices, tristes, enojados, frustrados, etc. caras. Puedes hablar sobre un momento en el que se sintieron así y cómo lo manejaron.
Hay múltiples opciones para imprimir desde Storyboard That, para que pueda elegir la que sea mejor para usted y su hijo.
Cuando un niño tiene cuatro años, comienza a contar historias, aunque es posible que no haya un comienzo, un desarrollo y un final claros. ¡También todavía están aprendiendo a discriminar entre lo real y lo imaginario, por lo que esas historias podrían volverse muy interesantes! Ayude a los niños creativos (o a los niños tranquilos, o a cualquier niño, en realidad) a contar su historia a través de imágenes, ya sea dibujadas a mano o en una plataforma adaptada a los niños, mientras usted escribe sus palabras para contar su propia historia. También puede trabajar en la secuencia mezclando imágenes de un principio, un desarrollo y un final y pidiéndole al niño que las clasifique. Para ver algunos ejemplos, eche un vistazo a nuestros ejemplos de historias sociales para niños en edad preescolar.
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A los cinco años, los niños cuentan historias sencillas utilizando oraciones completas. Socialmente, quieren agradar y ser como amigos, por lo que es muy importante modelar un lenguaje positivo y tomar turnos. Utilice esos apoyos visuales como recordatorios de los turnos, la rutina y las reglas.
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Las imágenes ayudan a los niños, especialmente a los niños pequeños o con necesidades especiales, a aprender/practicar el lenguaje y las habilidades sociales. Al conocer a un niño en su nivel actual y apoyar su desarrollo con intervenciones creativas y atractivas, estas habilidades se pueden cultivar y ampliar para utilizarlas en situaciones cotidianas. Recuerda jugar y divertirte con las habilidades y ellos también lo harán.
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Las habilidades lingüísticas pueden tener un impacto significativo en las habilidades sociales. La capacidad de comunicarse de manera efectiva, usar el tono y el lenguaje corporal apropiados y comprender las perspectivas de los demás son componentes cruciales de las habilidades sociales sólidas. Los estudiantes con sólidas habilidades lingüísticas están mejor equipados para expresarse, construir relaciones y navegar situaciones sociales con éxito. Por otro lado, los estudiantes con habilidades lingüísticas débiles pueden tener dificultades para comunicarse, tener dificultades para hacer amigos y experimentar aislamiento social. Por lo tanto, desarrollar habilidades lingüísticas es un componente fundamental para fomentar habilidades sociales positivas.
Los maestros juegan un papel esencial para ayudar a los estudiantes a mejorar su lenguaje y sus habilidades sociales. Algunas estrategias efectivas incluyen alentar a los estudiantes a participar en las discusiones de clase, proporcionar comentarios sobre su estilo de comunicación, presentar nuevas palabras de vocabulario y modelar interacciones sociales positivas. Los maestros también pueden crear un ambiente de apoyo en el aula que valore la comunicación abierta y la colaboración, y brinde oportunidades para que los estudiantes trabajen juntos en grupos o parejas. Además, los maestros pueden incorporar actividades de aprendizaje social y emocional (SEL) en su plan de estudios, lo que puede ayudar a los estudiantes a desarrollar importantes habilidades sociales y de comunicación, como la empatía, la escucha activa y la resolución de conflictos. Mediante el uso de estas estrategias, los maestros pueden ayudar a los estudiantes a mejorar sus habilidades sociales y de lenguaje, lo que lleva a relaciones más sólidas, una mejor comunicación y un mayor éxito académico.
Los padres y cuidadores pueden desempeñar un papel fundamental en el apoyo al desarrollo del lenguaje y las habilidades sociales de sus hijos. Algunas estrategias efectivas incluyen alentar a sus hijos a participar en conversaciones, leer libros, escuchar música, jugar con otros y buscar oportunidades sociales. Los padres y cuidadores también pueden modelar interacciones sociales positivas y habilidades de comunicación, ya que los niños a menudo aprenden observando e imitando a otros. También es importante que los padres y cuidadores brinden oportunidades para que sus hijos interactúen con personas de diferentes culturas y orígenes, lo que puede ayudarlos a desarrollar empatía y habilidades para tomar perspectiva. Además, elogiar y alentar el progreso de sus hijos puede ayudar a desarrollar su confianza y motivación para continuar desarrollando sus habilidades sociales y de lenguaje. Mediante el uso de estas estrategias, los padres y cuidadores pueden ayudar a sus hijos a desarrollar el lenguaje crítico y las habilidades sociales que necesitan para tener éxito académico, social y en la vida.
Los estudiantes pueden tener problemas con la ansiedad social, la falta de confianza, las diferencias de idioma, las barreras culturales y los trastornos de la comunicación. Es importante identificar estas barreras y brindar apoyo y recursos para ayudar a los niños a superarlas.