En la década de 1850, América experimentó grandes tribulaciones. La "cuestión de los esclavos" y su aplicación a los territorios recientemente organizados y adquiridos dividen al país. América había crecido exponencialmente en términos de territorio y poder. Las diferencias entre el Norte y el Sur eran más evidentes que nunca. Como el Norte experimentó un gran crecimiento y expansión industrial, el Sur siguió siendo una economía basada principalmente en la agricultura y la esclavitud. El país también se dividió políticamente. Con la creciente abolición y los movimientos de reforma, las divisiones sociales se volvieron agudas y feroces.
La década de 1850 fue una década de intentos fallidos de resolver estas diferencias. Los acontecimientos hicieron que la posibilidad de una guerra civil fuera más realista que nunca, pero el país buscaba primero resolver democráticamente estas crecientes divisiones. La pregunta central resultó ser cómo los nuevos territorios y tierras asumirían el controvertido tema de la esclavitud. A través de compromisos, leyes y trastornos, Estados Unidos intentó abordar esta cuestión. Al examinar este período en la historia de Estados Unidos, uno puede entender verdaderamente qué eventos llevaron a la Guerra Civil, empujando a los Estados Unidos a una guerra que muchos consideraron inevitable.