El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó una bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima en Japón. Se hizo cerca del final de la Segunda Guerra Mundial en un intento de hacer que Japón se rindiera. Sadako and the Thousand Paper Cranes , que tiene lugar 9 años después en 1954, es la historia real de una niña que contrajo leucemia como resultado de los venenos emitidos en el aire cuando se lanzó la bomba. La suya es una historia de familia, amistad y esperanza.
A Sadako, de once años, le encanta correr. Tiene piernas largas y es rápida, lo que la convierte en la incorporación perfecta para el equipo de relevos en el Día de Campo. Sabe que si practica lo suficiente y corre lo suficientemente rápido, su equipo ganaría. Durante la carrera, Sadako se siente mareada y extraña, pero se lo quita de encima y no se lo dice a nadie. Su equipo gana y Sadako tiene esperanzas reales de entrar en el equipo de secundaria el próximo año.
Los mareos van y vienen, pero un día en el patio de la escuela, Sadako ya no puede ocultar su secreto. Cuando su maestra ve que está mareada y sin aliento, llaman a su padre y la llevan al hospital. Es en el hospital donde la vida de Sadako cambia: tiene leucemia, un cáncer de la sangre que se conoce como la "enfermedad de la bomba atómica". Sadako había oído hablar de esta enfermedad que la gente contrajo a causa del bombardeo hace muchos años, pero no podía creer que le estuviera pasando a ella; a su familia. Sus sueños de correr parecen desvanecerse cuando se entera de que debe pasar al menos algunas semanas en el hospital.
Un día, su mejor amiga Chizuko le trae a Sadako una grulla de papel dorado y varios trozos de papel. Ella le cuenta a Sadako una vieja historia de la grulla y cómo se supone que vivirá durante mil años. Ella dice que se dice que si una persona enferma dobla mil grullas de papel, los dioses la volverán a sanar. Con la ayuda de Chizuko, Sadako comienza a plegarse, con la esperanza recuperada.
El tiempo pasa, los visitantes van y vienen, y el hermano de Sadako, Masahiro, promete colgar todas y cada una de las grúas del techo de la habitación del hospital. Cuando se siente bien, Sadako pasa sus días completando el trabajo escolar, escribiendo cartas y disfrutando de la compañía de los visitantes. Por las tardes hace grullas. Sin embargo, a medida que su energía se desvanece, Sadako tiene más y más problemas para completar estas tareas.
Cerca de finales de julio, Sadako comienza a sentirse un poco mejor. Su apetito vuelve y puede irse a casa durante varios días. Sin embargo, su dolor y debilidad regresan y debe regresar al hospital. Sadako recibe inyecciones dolorosas y transfusiones de sangre casi a diario, y tiene tantas ganas de seguir luchando. Un día, su madre le regala un hermoso kimono; cuando se lo prueba, Sadako se siente y parece una princesa.
La grúa número 644 fue la última que fabricaría Sadako. Murió el 25 de octubre de 1955. Los compañeros de clase de Sadako doblaron las 356 grúas restantes para poder enterrarla con las 1.000. Los amigos de Sadako tenían el sueño de construir un monumento en honor a Sadako y a aquellos que perdieron la vida a causa de la bomba atómica. Su sueño se hizo realidad en 1958, cuando se inauguró una estatua de Sadako en el Parque de la Paz de Hiroshima; sus brazos están extendidos y sostiene una grulla de papel dorado.
Sadako and the Thousand Paper Cranes permite a los profesores y estudiantes aprender sobre los efectos de la guerra y el precio que la bomba atómica causó en Japón en 1945 y muchos años después. Este libro se puede utilizar como parte de una lección de historia o como un estudio novedoso en ELA. Tanto los estudiantes como los profesores estarán asombrados por el coraje de Sadako y la heroína en la que se ha convertido.