Las Arpías eran criaturas parecidas a las aves conocidas como los Perros de Zeus, y regularmente cumplían sus órdenes castigando a los culpables y arrebatando gente y cosas de la tierra, usualmente para llevarlos al Inframundo para juicio.
Las arpías eran conocidas como los Perros de Zeus, y tomarían cosas de la tierra, incluyendo comida y gente. Eran criaturas particularmente voraces, y robaban la comida de la gente regularmente. Ellos llevaron a personas malvadas a Erinnyes para ser juzgadas en el Inframundo, agarrándolas y torturándolas en el camino.
Aparecen en el mito de Jason y los argonautas que buscan el vellocino de oro. El Rey Phineas de Tracia recibió el don de ver el futuro, y él accidentalmente dijo demasiado. Como castigo, Zeus lo cegó y lo envió a una isla donde cada vez que recogía un pedazo de comida, fue robado de sus manos por una arpía. No sólo era la comida robada, pero las arpías se extendía la suciedad y muck sobre el resto de la comida, así que era incomible. Los Boreads, los hijos del Viento del Norte, pusieron una trampa para las arpías. Tan pronto como salieron del cielo para robar comida del rey Phineas, los Boreads despegaron tras ellos, llevando a Hermes a intervenir y prometiendo que las Arpías no atormentarían más al anciano.
Thaumas y Electra
Criaturas parecidas a las aves
Una arpía es una criatura mítica de la antigua mitología griega, que a menudo se describe como una mitad mujer, mitad ave, conocida por robar comida y llevar a los malhechores al castigo.
Una arpía generalmente se representa con la cabeza y la parte superior del cuerpo de una mujer y las alas, cola y garras de un ave, creando una apariencia temible y llamativa.
En los mitos griegos, arpías a menudo actuaban como agentes de castigo, arrebatando personas o comida, y eran enviadas por los dioses para atormentar a los malhechores.
Las arpías difieren de otras criaturas mitológicas porque combinan rasgos humanos y de ave y son conocidas específicamente por sus roles como castigadoras y agentes de retribución en las leyendas.
Las arpías se temían porque se creía que eran implacables e imisericordes, secuestrando personas o causando hambruna robando comida, y sirviendo como símbolos del castigo divino.