Sobek es el dios cocodrilo del río Nilo, el dios patrón de los militares, y el protector de los faraones. Se representa típicamente con una cabeza del cocodrilo y un cuerpo humano, un ankh, y una corona de Hemhem con un uraeus, plumas, y un disco del sol.
Sobek era el dios del cocodrilo del río Nilo. El pueblo de Egipto temía y respetaba el poder de los cocodrilos, por lo que Sobek pronto llegó a ser visto como un patrón de los militares y el protector de los faraones. Él era también un dios que restauraría las almas dañadas en batalla o muerte a su salud física anterior, incluyendo su vista y sus sentidos. En algunos textos egipcios antiguos, era un dios creador, y se creía que había creado la tierra. Mientras él estaba creando, su sudor corría por su frente y espalda en una corriente que fluía más tarde que se convirtió en el río Nilo.
En algunos mitos, Sobek recuperó los cuatro hijos de Horus del Nilo cuando emergieron de una flor de loto atrapándolos en una red. Los hijos de Horus eran los protectores de: el hígado, el estómago, los pulmones y los intestinos. Por lo general estaba estrechamente asociado con Horus. A veces fue mencionado como el que había ayudado a liberar a Horus cuando nació; también se asoció con Horus porque Horus se convirtió en un cocodrilo para recuperar los pedazos de su padre, Osiris, cuando Set los dispersó alrededor de la tierra.
Set y Neith
El río Nilo; El trono de Faraón
Sobek es un dios del antiguo Egipto representado como un cocodrilo o un hombre con cabeza de cocodrilo. Se le asociaba con el Nilo, la fuerza militar, la fertilidad y la protección.
Sobek representa el poder y los peligros del río Nilo, así como la fertilidad, la protección y la fuerza necesaria para sobrevivir en el antiguo Egipto.
Sobek era importante porque se creía que controlaba las aguas del Nilo, protegía a las personas de los cocodrilos y aseguraba la fertilidad de la tierra para la agricultura.
Sobek generalmente se mostraba como un cocodrilo o como un hombre con cabeza de cocodrilo, a menudo llevando un tocado con plumas y un disco solar.
Sobek tenía templos construidos en su honor, especialmente en la ciudad de Kom Ombo. Los antiguos egipcios a veces mantenían cocodrilos vivos como animales sagrados para adorar a Sobek.