Érase una vez, un Rey tenía trillizas. Sus nombres eran Zorahayda, Zoraya, y Zayda. Los tres eran muy bonitas y el Rey no querío que la gente mirar o mirarlos.
Un día, algunos de los prisioneros ven las caras trillizas, y el Rey está furioso.
Los trillizos estaban en el castillo como los prisioneros estaban en el jardín. Zorahayda, Zoraya y Zaida se convierten en prisioneros porque los hombres los vieron.
Un día, mientras las princesas y los prisioneros escapan del castillo, Zorayhaya muere en el Alhombra porque ella está triste y sola. El rey se vuelve suicida a causa de su muerte, y decide suicidarse.
El rey y Zorahayda se convierten en espíritus, y viven en el Alhombra para siempre.
Zoraya y Alfonso son inmortales. Alejandro muere con Zorahayda. Zayda y Alfredo viven felices para siempre.