Las mujeres quedaron allí en el suelo sangrando en abundancia y de su vientre escasa sangre se desprendía causa del desprendimiento de los murciélagos. Ñañe quedo con las manos marcadas para siempre...
Ya no hay murciélagos en nuestras entrañas
Mis palmas están marcadas, ya no están lisas
Y desde entonces los humanos tenemos líneas en las manos
Y las mujeres siguiendo el ciclo de la Luna sangramos cada mes, teniendo la menstruación
Ñañe ideó un estratagema, hizo que sus esposas fueran a la sombra de un árbol frutal
Mis esposas saciaron su apetito y quedaron profundamente dormidas
Ñañe descendió del árbol frutal, se aproximó a sus esposas y aprovechó la ocasión para arrancarles los murciélagos pero era difícil ya que estos animales se movían amenazantes
Ñañe tomó unas fibras de chambira y haciendo con ellas un cordel se dispuso a estrangular el nexo con los murciélagos con el cuerpo de las mujeres, todo funciono muy bien