Este presidente va a cambiar todo, ¿verdad? Van a mejorar las cosas para los obreros. Mi papá siempre dice que es hora de abrir las puertas al futuro.
No, Javier, tu padre tiene razón. A veces los cambios no son tan buenos como parecen, pero ojalá que esta vez sea diferente.
Sí, pero cuidado, hijo. Los discursos siempre suenan bien, pero lo importante es lo que hacen después. Las promesas de campaña no siempre se cumplen.
1988, la presidencia de Carlos Salinas de Gortari está comenzando. La familia de Javier, un joven obrero, se siente optimista por las promesas de reformas y modernización.
Libisema: 2
El presidente Salinas de Gortari firma el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Bill Clinton y el Primer Ministro canadiense. Carlos y Don Miguel observan a distancia, con expresiones de incertidumbre.
Los campesinos vamos a quedar fuera de todo esto. ¿De qué sirve el TLC si los precios de lo que sembramos siguen bajos?
¿Este es el futuro prometido? Más empresas extranjeras y menos trabajo para los mexicanos.
Libisema: 3
Cada vez más gente se va al norte buscando trabajo. El campo está olvidado.
El gobierno habla de crecimiento, pero en el campo no lo vemos. Solo veo más gente migrando, buscando una vida mejor en otro lado.
Eso no es progreso, hijo. Es solo un escape.
Don Miguel, acompañado de Carlos, recorre su tierra. El ambiente es tenso, con señales de abandono. La modernización parece no llegar a las comunidades rurales.
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