A pesar de que la fortaleza medieval conocida como la Bastilla solo custodiaba a seis prisioneros, su caída en manos de los revolucionarios parisinos supuso simbólicamente el fin del Antiguo Régimen y el punto inicial de la Revolución francesa.
El 14 de Julio el pueblo de París, asaltó la Bastilla, la noticia se extendíó por toda Francia y los campesinos protagonizaron revueltas antiseñoriales. Más tarde la Asamblea Nacional formó el desmantelamiento del Antiguo Régimen: fueron abolidos todos los derechos de los señores feudales.
El 21 de junio de 1791 era detenido en la población de Varennes-en-Argonne, en la Lorena francesa, el todavía por entonces rey de Francia, Luis XVI, que había huido con su familia de París.