Las láminas se utilizan a menudo para resaltar las fortalezas de un personaje o para criticar sus debilidades. Al tener dos personajes opuestos que interactúan en eventos de trama similares, el lector puede ver cómo cada personaje se enfrenta al conflicto, la agitación, las relaciones y los dilemas morales. Por lo general, a la sombra de su opuesto, los rasgos del protagonista se iluminan en un grado que de otro modo no podría haberse notado sin la presencia de su hoja. De esta manera, los rasgos de carácter sutiles pueden convertirse en sus rasgos principales y ganar el afecto de la audiencia. Por ejemplo, el lado romántico de Romeo se destaca aún más por el diálogo grosero e insinuante de Mercutio, quien reduce el ideal del amor a una serie de chistes despectivos. Al lado de Mercutio, Romeo parece inocente y virtuoso, lo que lo hace un compañero aún más perfecto para la Juliet inocente y virtuosa.
