En esta actividad, los estudiantes completarán una autorreflexión sobre sus propios niveles de bienestar. Cada área de bienestar puede medirse y clasificarse en función de una escala de 1 (más bajo) a 5 (más alto). Se debe alentar a los estudiantes a que dediquen tiempo y piensen en cada nivel de bienestar, ya que esta primera actividad se utilizará como base para otras actividades en este plan de lección.
Cuando los estudiantes hayan puntuado sus niveles de bienestar, deben elegir las tres áreas más bajas y describir por qué son bajas. Los estudiantes ya deberían haber formulado ideas sobre cómo pueden mejorar cada área para cuando hayan terminado. Si los estudiantes tienen cinco años, pídales que elijan tres áreas y hablen sobre cómo están logrando estos altos niveles de salud.
(Estas instrucciones son completamente personalizables. Después de hacer clic en "Copiar actividad", actualice las instrucciones en la pestaña Editar de la tarea).
Cree un guión gráfico que represente y describa sus niveles personales de bienestar.
Guía a los estudiantes para identificar metas específicas y alcanzables de bienestar en las áreas que desean mejorar. Ayudar a los estudiantes a establecer metas claras aumenta la motivación y proporciona una hoja de ruta para el progreso.
Anima a los estudiantes a listar acciones simples que puedan realizar para cada meta de bienestar. Dividir metas grandes en pasos manejables hace que la mejora parezca posible y reduce la sensación de agobio.
Utiliza gráficos, diarios o carteles en clase para que los estudiantes puedan registrar sus esfuerzos y celebrar los hitos. El seguimiento visual refuerza hábitos positivos y mantiene a los estudiantes comprometidos.
Programa conversaciones semanales o quincenales para que los estudiantes reflexionen, compartan desafíos y se apoyen mutuamente. Los controles constantes fomentan la comunidad y ayudan a los estudiantes a mantenerse responsables.
Reconoce tanto los logros grandes como pequeños y ayuda a los estudiantes a revisar sus metas si es necesario. Celebrar el éxito aumenta la confianza y motiva a los estudiantes a seguir mejorando.
Una actividad de autorreflexión sobre el bienestar pide a los estudiantes que evalúan y califiquen diferentes áreas de su bienestar—como la salud física, emocional y social—en una escala (generalmente del 1 al 5). Esto les ayuda a comprender su bienestar actual e identificar áreas de mejora.
Anime a los estudiantes a calificar reflexivamente cada área de bienestar, luego pídales que discutan o escriban sobre las áreas con menor puntuación y que propongan formas de mejorar. Para los estudiantes con puntuaciones altas, pídeles que reflexionen sobre qué hábitos les ayudan a tener éxito.
Solicite a los estudiantes que reflexionen honestamente sobre sus hábitos diarios y sentimientos. Use estímulos como "¿Qué áreas de bienestar te parecen desafiantes en este momento?" o "Ónde ves oportunidades de crecimiento?" para fomentar la autoconciencia.
Los estudiantes pueden crear un storyboard para representar visualmente sus calificaciones y experiencias de bienestar, y usar un diagrama de pastel para comparar y reflexionar sobre diferentes áreas de bienestar. Esto hace que la autoevaluación sea más interactiva y memorable.
Reflexionar sobre el bienestar ayuda a los estudiantes a construir autoconciencia, establecer metas personales y desarrollar hábitos saludables. Crea una base para el crecimiento futuro y apoya el bienestar emocional y físico en el aula.