Hola, Soy Miguel, tengo 13 años y vivo en la vereda Los Medios de Granada, Antioquia. Quiero contarte algo...
Hace poco mi abuela estuvo en la finca, es muy difícil que venga pues está en silla de ruedas. Yo no sabía por qué la usaba, así que le pregunté qué le había pasado.
Ay Miguel, querido mío. Es una historia larga y triste, solo te diré que el campo en mi época no era como hoy, pasaron muchas cosas malas por aquí, había grupos armados que no permitían que estas zonas se desarrollaran y la gente vivía con miedo, por eso después del accidente que tuve, me fui con tu abuelo y tu mamá de por aquí.
Sí mijito, claro, ella nunca pudo adaptarse a la ciudad y se volvió cuando terminó el colegio. En esa época aún había gente mala y a ella también le tocó duro, mi amor. Venga yo le cuento y verá.
Yo no lo sabía, lo siento mucho, Tita, pero mi mamá volvió y se casó con mi papá.
Mijito porque a ella no le gusta recordar eso. Imagínese que ella tuvo que ponerse a jornalear y en esas conoció a su papá. Este lugar no tenía esta vía de acceso tan buena, acá solo se entraba abriendo camino con machete y la gente vivía de lo que podía invertir en los cultivos y trabajando para otros.
Cuando Martica volvió ya no quedaba nada de nuestras cositas, los cultivos y los animalitos se nos murieron, igual eran pocos, pero conseguidos con mucho sacrificio y la casita estaba caída.
Con el tiempo organizaron la vía de acceso y ya era más fácil sacar los productos para venderlos y hasta se volvió una zona importante, todo esto pasó porque empezaron a trabajar en equipo, la gente se volvió y empezaron a habitar esto después de haber sacado a esa gente que nos desplazó.
Tita, pero entonces cómo hizo mi mamá, ella nunca me cuenta esas cosas.
Y vea pues, amor, en 13 años todo lo que han logrado: tienen un colegio muy hermoso, ya existen otras estrategias comerciales no solo se hace agricultura, la población ha crecido mucho, hay agua y energía, la junta comunal se ha fortalecido y lo más importante es que las instituciones públicas están más pendientes de nuestro terruño. Siéntase orgulloso, mijito porque sus papitos han tenido mucho que ver en esta Nueva ruralidad.
¡Eso sí es mucha berraquera!
Ese día aprendí muchas cosas de mi vereda. La observo y solo pienso que no la han tenido nada fácil, han logrado un desarrollo enorme en muchos sentidos, no imagino lo difícil que fue . Esta "Nueva ruralidad" ha supuesto unos cambios enormes y me siento muy orgulloso de mi gente porque a pesar de la violencia, el abandono estatal, las pocas oportunidades que tuvieron no fueron obstáculos para entender que trabajando unidos sería más fácil salir adelante.
Somos orgullosamente campesinos y seguiremos saliendo adelante si trabajamos unidos como lo hemos venido haciendo. Hoy aprendí una gran leccción y ustedes también pueden aportar apoyando nuestro trabajo desde donde estén. ¡Nos veremos en otra ocasión!