Era un día normal, en el que Luis un niño de 11 años divertido e inteligente y su mamá que era una persona alegre y comprensiva, hacían sus actividades rutinarias, Luis estaba en su escuela grande y bonita cuando llegó la noticia que dio la vuelta al mundo y que cambiaría de forma drástica el modo de vivir, y se trataba de una enfermedad llamada Coronavirus (COVID-19), la cual comenzó en un país muy lejano y que al cabo de tres meses se expandió por todo el mundo.
Llego el mes de Marzo y Luis estaba emocionado porque se acercaba el festejo del día del niño, su maestra tiempo atrás había organizado el festejo, pero se canceló debido a que las clases fueron suspendidas de manera indefinida, ya que el virus mencionado se estaba propagando rápidamente; fue entonces que inicio una nueva etapa en la vida de Luis y su familia. Cierto día Luis dijo a su mamá:
Mamá, han pasado 3 meses de que estamos en cuarentena, ¿crees que volvamos a la escuela para mi graduación?
No lo sé hijo, pero debemos seguir cuidándonos.
Mamá, hace tiempo que permanecemos en casa, sin visitar a los abuelos, tomando clases virtuales, y sin salir a pasear, y me entristece pensar en Navidad porque no será como antes. ¿Cómo haremos para festejar?
Sé que es difícil esta nueva forma de vida, pero debemos ser positivos y pensar que pronto habrá una vacuna.
Pasaron los meses y Luis seguía en casa, la cual era muy bonita con un patio grande en el que Luis jugaba, pronto se acercaba la navidad y para Luis era una época especial que pasaban en familia, se reunían con sus abuelos y familiares. Preocupado por la forma de festejar la Navidad, se acercó a su mamá para hacerle una pregunta.