Las noticias en Enero del año 1848 no paraban de mencionar, que el día 30 de Enero llegaría el primer aeronauta a Guatemala, uno muy conocido, José María Flores.
Le dará mala suerte.
¡ADIOOOOOSS!
No se encomendó ni se persinó.
La noticia se había corrido casi por todo el país, que al llegar el 30 de Enero la plaza de los Toros estaba llenísima, y la gente que no alcanzó para un ticket estaba en un cerro para poder ver la gran azaña.
Despues de una grande espera, a las 4 de la tarde llegó el presidente y saludo a todos mientras presentaba y entraba el Señor Flores, quien despues se pasó saludando a toda la gente que lo admiraba.
Que descanse en paz.
Que Dios y la Virgen lo guarden y protegan siempre.
A las 4:30 de la tarde el Señor Flores se preparó y empezó a elevarse en su globo. Mucha gente se dió cuenta que el no hizo ninguna seña para encomendarse a Dios y que todo le saliera bien, y dijeron que eso daba mala suerte.
Al alcanzar los 500 metros el Señor Flores con su globo, se escuchó a alguien girtando que había fuego. Fue ahí cuando todos se dieron cuenta que todo el globo se estaba incendiando hasta caer y hacerse pedacitos cerca del terreno del ferrocarril.
¡FUEGOO! ¡FUEGOO!
¡¡Se está cayendo el globo!!
¡CORRAN!
José María Flores quien por primera vez llegaba a Guatemala, fue la ultima vez que voló, al fallecer por el incendio del Globo. La gente lo acompañó hasta el Hospital San Juan de Dios cargando flores y llorando por la perdida del Señor Flores.