Hola amigo/a mi nombre es Ronaldo, y hace unos meses me ocurrió una historia que me gustaría compartir contigo para que aprendas nuevos conocimientos y para que sepas que hacer si te encuentras en una situación similar.
Yo comencé a trabajar aquí hace unos meses, con la Ing. Peña, al principio ella era muy amable, y mis horarios laborales se respetaban, incluso mi carga de trabajo era la adecuada, estaba muy feliz y tenía todo el entusiasmo de comenzar este nuevo reto laboral y dar lo mejor…
Pero al pasar los días, la Ing. Peña me hacía comentarios cada vez más incómodos, comenzó a extender mis jornadas y tareas laborales, me cambio a un escritorio más cerca de ella, y casi no interactuaba con mis otros compañeros, casi me obligaba a que almorzáramos juntos. Pero la gota que derramó el vaso fue ayer cuando salíamos del trabajo…
¿Me estás rechazando? ¿Perdón, en qué momento dije que era una opción? ¡Es una orden! ¿O quieres que les comenté a mis superiores lo mal que haces tu trabajo y que necesitaré a otro colaborador?
Hola cariño, te tengo una propuesta, deja ese trabajo para después y acompáñame a comernos… una deliciosa cena claro.
Ing. Peña… mmm… no considero que esa sea una buena idea, y la verdad quisiera finalizar rápido mi trabajo para ir a descansar…
Buenos días Ing. Peña, mi nombre es Ronaldo García, el día de hoy me incorporo a su equipo de trabajo.