A continuación, le hace la misma prueba a su último hijo, el pequeño. En vez de los otros le viste el mismo y le trae el caballo. Sale con el caballo a la ciudad con el mismo objetivo que el de sus hermanos en su prueba.
El conde Lucanor le explica a Patronio una historia que trata sobre un rey moro que tiene tres hijos, y tiene que decidir cuál será su sucesor mediante una prueba que les hará a cada uno.
A su hijo mayor le hace una prueba que trata de vestirle , que trajera su caballo y que fuera a dar un paseo por la ciudad fijándose en ciertas cosas, al regresar le dijo a su padre lo que le parecía y a él no le convenció su respuesta ni su actitud.
Al volver de la ciudad le dice a su padre lo que piensa y el rey (padre), le gusta mucho lo que le comenta y se lo toma como un reproche.
Después de eso, un tiempo luego el rey a la hora de anunciar a sus cortesanos quien sería su sucesor dijo que su hijo menor, ya que, en él había visto cosas que en los otros hijos no y así finalizo la historia el conde Lucanor, dándole una moraleja a Patronio.
Seguidamente, después de unos días le hizo la misma prueba a su hijo mediano, al volver de la ciudad le dice lo mismo que el hermano mayor sobre lo que había visto por la ciudad y al rey no le convenció para que sea su sucesor.