Sócrates: Prótagoras nos ha concedido en punto a sabiduría; a valer más o menos, algunos son supeiores, y que esos tales son los sabios ¿ no es así?
Teodoro: sí
Sócrates: Prótagoras, también nosotros expresamos las opiniones de un hombre o más bien de todos los hombres.
Sócrates: ¿ concideran la sabiduría como opinión verdadera y a la ignorancia como opinión falsa?
Teodoro: ¿ como no?
Sócrates: ¿ sacaremos, a Protágoras, de este debate? ¿ Diremos que las opiniones de los hombres son siempre verdaderas y algunas falsas
Teodoro: ¿ Cómo?
Sócrates: Ya viene la tesis de que el hobre es la medida de todas las cosas.
¿cómo?
Sócrates: Tú me sigues muy bien
Sócrates: ¿ por qué órgano se ejerce la facultad que te revela lo que es común a todos los sensibles y a estos sensibles?
Teeteto: te refiere al ser y no ser. El órgano corporal tenemos, con el alma, su sensación.
Teeteto: Sócrates no se que respuesta darte, lo primero que puedo decirte es que los juicios para los objetos no hay organo.
Sócrates: ¿ y a lo bello y lo feo, al bien y el mal?
Sócrates: El que habla bien es bello y bueno. Además, se observa el alma por sí misma, y otras, por las facultades del cuerpo. Era también mi opinión dijo Teeteto.
Teeteto: Me parece que esos objetos los examina el alma en su esencia comparándolos, haciendo recuento en su interior de lo pasado, el presente y el porvenir
Sócrates: ¿ En qué clase de objetos pones al ser? pues el que tiene mayor extención.
Sócrates: pero en cuanto a su esencia, a su dualidad, su oposición mutua y la esencia misma de esa oposición, el alma la que intenta formar un juicio, yendo y viniendo sobre los objetos y comparándolos unos con otros.
Sócrtaes:¿ puede alcanzar la verdad el que llegue a alcanzar ni el ser?
Teeteto: Imposible
Teeteto: Cierto
Sócrates: La ciencia no reside en las impresiones, sino en el razonamiento sobre las impresiones. Por consiguiente, la sensación y la ciencia nunca podrían ser lo mimso
Sócrates: Llama el alma
Sócrates tiene el nombre para juzgar.
Teeteto: Parece que no y con eso tenemos probado con toda evidencia que la ciencia es algo diferente a la sensación.