Luego el abuelo derribaba un abeto, y entre los dos lo trasladaban a la casa señorial. Allí, el árbol era preparado para la fiesta
Pero todavía nos falta llevarlo a la fiesta
Por fin ya acabamos
La señorita Olga Ignatievna ponía mayor entusiasmo que nadie en este trabajo para la fiesta
cuando su madre todavía esta viva Olga les daba bombones les enseñaba a contar del uno a el cientos,leer y escribir, pero cuando murió tuvo que irse con el zapatero para aprender del oficio
Siguió escribiendo....
¡Ven, abuelito, ven! En nombre de Nuestro Señor te suplico que me saques de aquí. Ten piedad del pobrecito huérfano. Todo el mundo me pega, se burla de mí, me insulta. Y, además, siempre tengo hambre.Mi acordeón guárdalo bien y no se lo dejes a nadie. Sin más, sabes que te quiere tu nieto
En la aldea, a mi abueloConstantino Makarich
LISTO, ahora solo la tengo que entregar creo que me dijeron que es en un buzón para que le llegue mi carta iré corriendo
En la esquina hay un buzón la dejare y me iré de dormiré esperando que le llegue